La infidelidad, los desamores y otros desvaríos, son abordados desde un punto de vista amable. Entre la confirmación de la mitra de que Pedro Infante no murió en pecado, el Licenciado embustero que le juró a la autora convertirla en Primera Dama si ganaba la gubernatura de su estado natal, y sentidas reflexiones sobre la posibilidad de un nuevo enamoramiento después de un divorcio en nuestro historial, Guadalupe Loaeza nos deleita con sus divertidas historias sobre mujeres y hombres atrapados en las redes del amor, la infidelidad y, siempre, por supuesto, el lado amable de la vida. Éste es sin duda uno de los mejores y más amenos libros de Loaeza.