¿Por qué no emplear ese tiempo en algo útil y constructivo? El libro que tienes entre las manos -y esperamos que lo disfrutes mientras te sientas en un buen inodoro- te puede servir para emplear esos momentos de escatología en aprender cosas tan útiles como que una bola de helado se termina con 50 lametones, que en España hay más de 23.000 rotondas o que las banderas de Namibia y Sudáfrica fueron diseñadas por la misma persona.
¿Vas a renunciar a tanta sabiduría?