Gabriel Geismar, el protagonista de esta excelente segunda novela de Benjamin Taylor, es el hijo de un autoritario rabino dominante creciendo en la Nueva Orleans de los años cincuenta. Homosexual, con una deformidad física (tiene dos pulgares en una mano) y con una mente matemática prodigiosa, Gabriel no comparte para nada los valores de su padre. Cuando va a la Universidad de Pensilvania, Gabriel inmediatamente adopta a la familia Hundert: al padre, un reconocido físico húngaro ganador del Premio Nobel, y a su amable esposa Lilo; y a los mellizos Marghie y Danny, una vegetariana cinéfila y un rebelde que pasa dos años sin pronunciar palabra a modo de protesta contra la guerra de Vietnam. Cuando el viejo profesor cae en una demencia senil, Lilo tomará una decisión necesaria pero terrible para todos. Una mirada inteligente y humana al tortuoso proceso en el que los hijos intentan definirse a sí mismos.