¿Constituye la música un lenguaje?. Si es así, ¿existe un lenguaje propio y único de la música cinematográfica?
Durante más de un siglo, el cine y otros medios audiovisuales (la televisión, el vídeo o la multimedia) han ido desarrollando un lenguaje de comunicación que paralelamente ha incluido el de la música específica aplicada a estos medios expresivos. Durante todo este tiempo la música audiovisual ha elaborado un sistema de códigos propios en relación con la imagen que dan un producto nuevo, fruto de esta interacción multidisciplinar. En este trabajo, Alejandro Román propone dotar de contenido y justificación la presencia de este ya no tan nuevo lenguaje musical, al que ha denominado acertadamente "Lenguaje Musivisual", en una integración total de los elementos sonoros con los específicamente visuales. El libro explora la semiótica y los aspectos de significación de este lenguaje en relación siempre a los elementos presentes en la imagen, para desarrollar más tarde, a partir de este planteamiento semiótico, la existencia también de una estética propia y original de la música cinematográfica que, con sus virtudes y defectos, ha de plantear siempre nuevos retos en la creación de nuevas formas de expresión estética abandonando los estereotipos en favor de una mayor originalidad musical, pero sin perder nunca la justificación en la propia imagen. Para ello, el autor incluye multitud de gráficos, cuadros sinópticos, imágenes, partituras y ejemplos que hacen más atractivo y directo el acercamiento a este complejo y difícil tema. A través del análisis de cuatro partituras de música cinematográfica ("Los Otros", de Alejandro Amenábar, "Vértigo", de Alfred Hitchcock, "Los Puentes de Madison", de Clint Eastwood, y "El Contrato del dibujante", de Peter Greenaway) se ejemplifican los aspectos tratados, acercando al compositor, estudioso y aficionado a la música de cine, a este apasionante tema.