Una ciudad está hecha por personas. Tiene una identidad distintiva, que consiste en mucho más que una aglomeración de edificios; clima, topografía y arquitectura forman parte de lo que crea esa distinción, al igual que sus orígenes. Lo apasionante es que todos estos elementos no siempre producen los mismos resultados: muchas ciudades tienen un río, pero el Sena es único, parte esencial de lo que hace París distinto de Berlín. Hong Kong es una ciudad comercial, y también Dubái, y Hamburgo, pero son ellas mismas, inconfundibles. Cada ciudad es una experiencia única.
La mayoría de nosotros vivimos en ciudades, pero ¿sabemos qué es lo que hace que una ciudad sea una ciudad? ¿Es un lugar? o una idea? ¿Cómo debemos definir la ciudad hoy, tal y como evoluciona en el siglo xxi?
Un libro que nos ayuda a comprender por qué a menudo nos sentimos más cómodos con nuestra identidad como barceloneses, londinenses, moscovitas o mumbaienses que con nuestra identidad nacional.