Argumento de El Largo Aliento
colección: Desclasados
Esta es la historia de un historiador. Bajo la máscara de su protagonista, Cornelio el Silencioso, se oculta Tácito, una de las grandes figuras del mundo antiguo. Como un San Pedro, el historiador decide quién entra en el cielo y quién pasa al infierno de la memoria. Difícil tarea para quien, en el fondo, no tiene certezas. Todo en él son conjeturas.
También es la historia de un escritor, de un maestro de la prosa. De un tipo que escribe con la obsesión de ser creído, porque sabe que él mismo será sometido a juicio por la posteridad. Durante sus mejores años, ha conocido una feroz tiranía que segó la vida de los mejores y los más queridos. En su vejez es un triunfador, huésped de lujo del más poderoso de los hombres, el emperador Adriano. Cargado de honores, asiste en palacio a una cena elegante y amenizada con barroquismo. Y sin embargo no siente la menor felicidad. No solo experimenta un profundo disgusto por todo lo que le rodea, sino que ha perdido el respeto por sí mismo. Es el carísimo precio que paga por haber sobrevivido.
Juan Luis Conde esculpe en esta novela el vaciado interior de una imago, el busto de un patricio en el apogeo del imperio de Roma.1