Una madre lega en su testamento un misterioso escrito y una sencilla llave de plata al menor de los hermanos. La tradición familiar establece que dichos objetos pasen de madres a hijas, pero ella, al tener únicamente hijos varones, se devana los sesos durante las últimas semanas de su vida para decidir qué hacer con aquellas curiosas menudencias sin valor aparente que habían permanecido en el seno de la familia durante generaciones.
Tal vez debería recibirlas Alex, pero siempre ha estado muy unida a Will, y aunque en verdad ama por igual a ambos, ella se aferra al presentimiento de que este último es el destinatario más idóneo. El documento parece tener mucho que decir.
Un enigma por descifrar, un legado por desenterrar, un corazón por curar