Jamás se había sometido a nadie, y menos a una mujer
La sangre latina que ardía en las venas del campeón de polo Nero Caracas lo impulsaba a conseguir todo aquello que quería. Bella Wheeler había seguido los pasos de su padre como adiestradora de caballos. Pero el vergonzoso legado de su progenitor la obligaba a adoptar una postura estrictamente profesional y no intimar con nadie. Sin embargo, había dos cosas que Nero anhelaba de aquella mujer hermosa y altanera... el mejor caballo del mundo y el cuerpo puro e inmaculado que se ocultaba bajo la coraza de hielo.