Los bombardeos que asolaron las ciudades y pueblos de Alemania durante cinco años en la II Guerra Mundial no tienen parangón en la historia. Más de mil urbes y localidades fueron bombardeadas. Treinta millones de civiles -en su mayoría mujeres, niños y ancianos- sufrieron casi un millón de toneladas de bombas incendiarias y explosivas. Murieron más de un millón de personas y se perdió, para siempre, parte del patrimonio urbanístico alemán, modelado desde el Medievo.
El historiador berlinés Jörg Friedrich colma dihca carencia con esta obra sobre la campaña de destrucción que británicos y estadounidenses planearon y ejecutaron de forma sistemática contra las ciudades alemanas.
Sobre la base de numerosas fuentes, el autor nos muestra el desarrollo y perfeccionamiento de las bombas, su efecto devastador sobre el terreno, la experiencia traumática de la población refugiada en búnkeres y sótanos, las muertes por el calor asfixiante, la sobrepresión del aire y los gases tóxicos y el hundimiento de una herencia cultural de riqueza inconmesurable.