Es el siglo IV de nuestra era y el edicto de Tesalónica conduce a Augusta Emerita, capital de la diócesis de Hispania, al abismo: la lucha por el poder entre paganos y católicos, una muerte en extrañas circunstancias, tesoros esquivos, un anacoreta que levanta los cimientos de la Iglesia hispana y una historia de amor prohibida sacuden las estructuras sociales y amenazan la convivencia más allá de sus murallas.
La elaborada atmósfera histórica muestra los conflictos que dividen a los súbditos del Imperio, la apuesta de los emperadores por el cristianismo, las leyes que derogarán el paganismo, la amenaza de los bárbaros y los conflictos internos que, a su vez, hacen peligrar a la Iglesia de Roma.
Una magnífica novela sobre la tolerancia y la libertad, y un alegato contra los fanatismos que enfrentan a la humanidad.