Argumento de El Hombre que Rie
Los principales tramos de esta poderosa narración suceden en la Inglaterra de principios del siglo XVIII bajo el reinado de la reina Ana.
El viejo curandero Ursus, filósofo escarmentado del trato con los humanos, recorre el sur del país con su carromato y su confidente, el lobo Homo. Una noche de ventisca llega a su casa rodante Gwynplaine, un niño agotado y hambriento, con el rostro mutilado como una máscara de la risa. Lleva a una recién nacida en brazos, Dea, una niña ciega arrancada por Gwynplaine de los brazos de la madre muerta entre la nieve. Así se forma una extraña familia unida por el cariño y la necesidad: un viejo sabio, un lobo, un niño mutilado y una niña ciega. Juntos recorren las plazas representando la obra El caos vencido. Un caos que se desata de manera brutal al descubrirse el linaje de Gwynplaine y las razones de su mutilación.
Gwynplaine parece una recreación de Gwenllian, la última princesa legítima de Gales. Nacida en Gwynedd y recluida cuarenta años por orden del rey Eduardo I para apoderarse de su título y sus tierras, se hacía llamar Wentliane. Y quizá la imagen misma de Gwynplaine se inspiró en el Papamoscas de la catedral de Burgos, el autómata de extraña sonrisa cortada que tanto impresionó a Victor Hugo de niño. Obra colosal, ideada para revelar los desmanes de la aristocracia, de ella decía Hugo: «He querido forzar al lector a pensar en cada línea». El lector curioso puede, si lo desea, adentrase en ese mundo de conocimientos enciclopédicos, o seguir la trama de esta romántica historia de amor y muerte.0