El hombre agujereado es una sarcástica y despiadada metáfora del hombre moderno. Hay párrafos que aunque no dijeran nada es un placer dejarlos discurrir por tu mente y disfrutar su cadencia?si literariamente es una dramática y bien mantenida alegoría, cuyo léxico y sintaxis reclaman una delicada atención del lector para gozar el denso y cambiante estilo que se ajusta a las sinuosidades sicológicas de los personajes, temáticamente, "El hombre agujereado" supone un extraordinario esfuerzo por desentrañar la condición humana, en unas circunstancias socio-económicas como las actuales, en las que la ausencia de valores condenan al ser humano a una esclavitud, aceptada como norma, que lo destruye, aunque siga respirando su vida y pululando por un mundo igualmente destruidos