Suavizar y blanquear la ropa.
Eliminar la grasa de la cocina.
Abrillantar los suelos y los muebles de madera.
Limpiar el horno en profundidad.
Dejar relucientes los espejos del cuarto de baño.
Fregar las superficies de porcelana y los azulejos.
Desodorizar alfombras.
¡Y mucho más!