Vivien se siente incómoda. A pesar de ser una mujer tranquila, centrada en su exitosa profesión como antropóloga, percibe extraños cambios desde hace unos días: sufre pérdidas de memoria inexplicables y se siente cada vez más fatigada, hambrienta. Todo la lleva a sospechar que deben tener relación con unas bolsas de vudú heredadas de su padre.
Cuando más confundida se encuentra recibe una visita extraña e inesperada. Dain, un atractivo y misterioso hombre, solicita su ayuda para investigar unos extraños huesos. Su presencia desatará una serie de fuerzas que Vivien no comprende, y que la llevan a comprobar que Dain no es un hombre cualquiera, sino que pertenece a una Orden de Hechicería dedicada a proteger a la Humanidad de los poderes demoníacos.
En ese instante el universo de Vivien se desploma: descubre que su vida está en peligro, que hay fuerzas oscuras a su alrededor deseando capturar su cuerpo y su alma, y se da cuenta de que lo único que puede salvarla de la Oscuridad es Dain y su poder sobrenatural. Aunque eso signifique entregarle su corazón.