Argumento de El Hambre en el Mundo y los Alimentos Transgénicos
Éste no es un libro contra los alimentos transgénicos, sino una reflexión sobre la conveniencia (o no) de adoptar una tecnología agraria que se presenta como la solución para paliar el hambre en el mundo pero que, en realidad, está propiciada por dos multinacionales cuyo objetivo es generar valor para sus accionistas. La polémica sobre los transgénicos ha traspasado el ámbito de los laboratorios para instalarse en el centro de un debate social de la mayor trascendencia: cómo nos alimentaremos en el futuro. A comienzos del siglo XXI persiste el hambre, y esto, el más grave fracaso del sistema, es evitable. La producción de alimentos es suficiente para alimentar a la población mundial actual y, dada la reducción de las tasas de crecimiento, también a la futura. Sin embargo, los países ricos han limitado sus producciones para evitar excedentes y reducir subvenciones, por lo que las causas del problema hay que buscarlas en otro lugar, no en la capacidad productiva: los pobres pasan hambre porque no tienen dinero para comprar comida, no porque no la haya. Esta obra analiza los problemas que plantea la tecnología transgénica y su aplicación en la agricultura, así como los múltiples intereses en juego; aclara qué beneficios reporta (y a quién) esta nueva revolución agraria y describe los posibles escenarios alimentarios mundiales sin cultivos transgénicos en un futuro previsible y posible. Como afirma el autor, para erradicar el problema del hambre en el mundo son necesarias políticas públicas, suficiencia presupuestaria, cooperación (más que competencia) y una opinión pública mejor informada que demande soluciones.
Antón Novas, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Santiago de Compostela, ha sido sociólogo del Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario y director provincial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en Ourense. En 1992 participó como comisario del Pabellón de la Naturaleza en la Exposición Universal de Sevilla y en 1995 fue nombrado agregado de Agricultura de la Oficina de Agricultura de la Embajada de España en Washington y representante español en el Comité de Excedentes de FAO.0