En los tiempos en que la providencia escribía los designios, y las creencias gobernaban los comportamientos, una historia, marcada por el nacimiento de dos gemelos, transformará la vida de unos cuantos y de ella otros tantos hablarán a los años. Son aquí preceptivas las palabras de Platón: «Tú que eres joven y te crees olvidado de los dioses, debes saber que si te vuelves peor te reunirás con las almas inferiores, y que si te haces mejor te reunirás con las almas superiores, y que en la sucesión de vidas y muertes te tocará padecer lo que te corresponda a manos de tus iguales. Esta es la justicia del cielo.» Nombrada tan alta cátedra de vida, dos entes se harán recurrentes a lo largo de toda la historia: la moral y la conciencia de sus personajes.