Año 70 de nuestra era. Tras días de asedio, las legiones romanas del general Tito irrumpían en el sagrado templo de Jerusalén, aniquilando a los últimos resistentes de una revuelta condenada al fracaso y saqueando todos sus tesoros. Solo un hombre y un objeto escaparon al pillaje. Dos milenios después, el hallazgo del cadáver de un anciano europeo en una necrópolis egipcia y una carta anónima, con la fotocopia de un manuscrito medieval indescifrable, ponen a un inspector egipcio, una periodista palestina y un policía israelí sobre la pista de un misterio de tal fuerza simbólica que podría desatar una espiral de violencia en Oriente Próximo.