Las palabras con dificultad ortográfica llevan, como apoyo, unos divertidos dibujos en los que están trazadas las letras dudosas. De este modo, a la vez que leen, van grabando en la memoria visual las letras ortográficamente correctas.
Este método, utilizado desde hace años en varias publicaciones de nuestra editorial, ha demostrado ya de modo incuestionable la eficacia del dibujo en la retención ortográfica. Las múltiples ediciones del DICCIONARIO ORTOGRÁFICO IDEOVISUAL, ORTOGRAFÍA IDEOVISUAL, BARAJAS, DOMINÓ ORTOGRÁFICO y VÍDEOS, lo hacen bien patente.
La novedad ahora es asociar a la lectura de cuentos ese apoyo del dibujo ortográfico. El texto se hace más atractivo y colorista.
Al final del cuento aparecen todos los dibujos, con una breve frase explicativa, que hace asequible, en cada caso, percibir la relación semántica entre dibujo y significado.
También figuran definidos todos los vocablos o expresiones que pudieran ofrecer alguna dificultad de comprensión.
Los autores, profesores de psicología y de pedagogía, han logrado aunar de modo acertado el gozo de la lectura con el aprendizaje ortográfico.
Tanto los cuentos como los dibujos están adaptados a niños de 8 a 12 años.
Si la aceptación del público se mantiene como hasta ahora, a El granjero parlanchín, n.º 2 de esta serie de Orto-cuentos, seguirán varios títulos más.