En la primera semana de noviembre de 1936, con Madrid asediado y la República al borde del colapso, la CNT aceptó cuatro carteras ministeriales en un gobierno de mayoría sindical presidido por Francisco Largo Caballero, una participación institucional que se repitió en los últimos gabinetes de Juan Negrín. ¿Cuál era la situación, en el frente y en la retaguardia, cuando la CNT tomó esta decisión?, ¿fue voluntad de una minoría dirigente o contó con el respaldo de la mayoría del movimiento libertario?, ¿qué labor realizaron los anarquistas al frente de sus ministerios?, ¿ayudó a sostener el impulso revolucionario de julio de 1936 o debilitó la revolución social? Más allá de rígidos esquemas ideológicos y de ideas preconcebidas, el libro trata de recrear el ambiente y comprender los motivos que llevaron a los anarquistas a integrarse en el gobierno republicano.