De no haber sucedido todo esto, el autor no habría tenido razón alguna para hacer este viaje en busca de la verdadera historia de su origen. Decidir hacerlo a pie, tras el derrumbe del Telón de Acero y mientras la Europa del Este se desintegraba no parece buena idea a simple vista. Y, sin embargo, gracias a ello, el espectro de lo peor y de lo mejor de la historia de nuestra adorada Europa, sale a su encuentro. De nuevo, encontramos algo detectivesco en su obra. El matrimonio de sus progenitores fue un desesperado intento de Haim Sin Simha por huir de su pasado judío poco antes de los primeros brotes de nazismo, pero esto es apenas la punta del iceberg.