Año 173 d.C. El imperio romano, regido por el emperador Marco Aurelio, se enfrenta a los mayores desafíos de su historia. Por un lado, intenta asegurar las fronteras frente a las incursiones de los bárbaros; por otro, procura establecer el orden en una capital llena de oportunidades y peligros, con una inmigración que no para de crecer y un deseo insaciable de disfrute.