Tres jóvenes artistas americanos conocen a un conde italiano en Roma y se establece entre ellos una extraña relación: Donatello, el conde de Monti Beni, se enamora locamente de Miriam, una hermosa pintora americana. Sin embargo, ésta arrastra un horrible pasado, y, como consecuencia, alguien le persigue dondequiera que va. Una noche su acosador se acerca a ella, y Donatello lanza a éste por un precipicio. Hilda, la amiga íntima de Miriam, es testigo del incidente, y su alma pura se corrompe. Bajo este inocente argumento, Hawthorne nos habla de la relación entre la vida y el arte, del sentimiento de culpa, de las tentaciones, todo ello enmarcado en un momento convulso de la historia americana (los inicios de la guerra de Secesión) e italiana (el Risorgimento).
« La acción de El fauno de mármol está concebida con la precisión arquitectónica de La letra escarlata; comienza en una galería escultórica de Roma y termina en el Panteón, que se encuentra \"casi en el centro mismo de los entresijos del laberinto de la ciudad moderna\". En la primera escena aparecen tres artistas amigos entre sí, que debaten sobre el parecido de su compañero italiano con el Fauno, supuestamente ejecutado por el escultor griego Praxíteles. Cerca del final, el italiano Donatello y su compañera europea Miriam han sido silenciados por la complicidad mutua en la comisión de un crimen horrible. Entre estos dos episodios se desarrolla una lucha alegórica entre la estasis del arte y un relato evolutivo de la caída del hombre. Según una interpretación del argumento, el fauno pasa figurativamente del mármol a ser un agente moral, ya que ha sido (igual que Adán) instruido por el pecado y ha salido del espacio atemporal del Edén para entrar en lo contingente de la historia.»