El evangelio de Marcos es el primer retrato de Jesús de Nazaret, pero no retrato de un Jesús puramente histórico, sino de un Jesús a la vez de la historia y de la fe, contemplado y proclamado Mesías e Hijo de Dios. Marcos no quiso ser exhaustivo en contar todo lo que hizo y dijo Jesús, ni se afanó por presentar los acontecimientos en una secuencia cronológica rigurosa. Marcos nos entregó la historia de Jesús, contándonos lo más significativo de su vida desde su bautismo en el Jordán hasta su resurrección.