Argumento de El Espejo Blanco
La rusofilia española ha tenido una dilatada tradición y a lo largo del siglo XIX y hasta comienzos del XX periodistas, poetas, maestros, historiadores, sindicalistas, militares, sacerdotes, aventureros, magnicidas o simples curiosos visitaron o vivieron en Rusia, para los cuales significó un espejo en el que mirarse. En la década de los años veinte y treinta del siglo pasado, el viaje a la URSS se puso de moda y los españoles regresaban de las «romerías a Rusia» cantando las maravillas de la eficacia de la Revolución. Para escritores e ideólogos de distintas tendencias políticas, la Unión Soviética se convirtió, pese a la dictadura, en un referente indiscutible de impulso modernizador y despertar cultural y económico. No fue hasta la llegada de la Guerra Civil cuando se dividió la opinión de los españoles sobre el estado soviético: para un bando, la URSS representaba el paraíso de los obreros de todo el mundo; para el otro, se trataba de un lugar infernal dirigido por tiranos sangrientos.
Andreu Navarra investiga las motivaciones de aquellos viajeros a la URSS que por distintas razones, pusieron sus ilusiones y esperanzas en aquél espejo blanco. ¿Qué buscaban tantos catalanistas en las leyes soviéticas? ¿Cómo fue la infancia y la formación de los niños de la guerra que huyeron a la URSS desde España en 1937? ¿Cómo vivieron allí sus hijos y nietos en los años 60 y 70? ¿Cómo se devoró a sí mismo el Partido Comunista Español entre Moscú y París? ¿Cuál fue el destino de los republicanos españoles atrapados en el Gulag? ¿Cómo y por qué fueron a combatir el comunismo miles de soldados españoles, en pleno franquismo?
En definitiva, este ensayo explora entusiasmos y crueles decepciones, de una larga lista de viajeros donde no faltan Juan Valera, Manuel Chaves Nogales, Josep Pla, Fernando de los Ríos, Andreu Nin, Joaquín Maurín, Álvarez del Vayo, Rovira i Virgili, Rafael Alberti, Pasionaria, Enrique Líster, Dionisio Ridruejo, Manuel Vázquez Montalbán o Montserrat Roig.0