Argumento de El Escribidor Intruso
La extensa producción periodística de José Donoso ha estado hasta este momento durmiendo el sueño de los archivos. Se trata de crónicas y reportajes escritos mientras el novelista preparaba sus obras mayores, pero que dan cuenta indirectamente de lo que se ha identificado como sus "obsesiones". Hay páginas, como las dedicadas a los manicomios de Santiago o a una función de gala en la Scala de Milán, eb las que el lector reconoce la mirada característica de la narrativa de Donoso, y en su perspectiva se descubren alternativamente a seres de deslumbrante glamour o a residuos humanos inmersos en la catatonia. La reunión de estos artículos equivale, además, a un diario de lecturas de viajes tanto como a un catastro de sensibilidades de la época. Sin embargo, la conclusión más urgente es que el trabajo de prensa de Donoso da cuenta de su incesante curiosidad por el mundo, de su poder de observación y de la claridad con que intentó poner esas cualidades por escrito.1