Como muestran los textos aquí reunidos, los autores románticos creyeron, con infinitoentusiasmo, en la necesidad de unir lo que estaba escindido, de trasformar el mundo en su arquetipo de mundo, de fundir realidad y deseo, en una búsqueda de la síntesis, de la unidad, de la absoluta armonía y del conocimiento absoluto que les procurara la ansiada quietud. También emprendieron una defensa de la subjetividad, de la inalienable libertad individual contra las amenazas de la ciencia, la técnica y la Razón universal.
El libro recoge una pléyade de autores, como Jean Paul, Fichte, Hölderlin, los hermanos Schlegel, Novalis, Schelling, Hoffmann o Caspar D. Friedrich, a los que se les dedica un comentario particularizado y una bibliografía específica.