Celebrado por su labor narrativa y ensayística, Juan Benet pisó también el terreno del teatro. En las primeras etapas de su carrera literaria participó en iniciativas relacionadas con el arte escénico. Compuso, además, una docena de piezas dramáticas, desconocidas hasta hace poco por el público lector, pero no inéditas en los escenarios. Rara vez haría Benet referencia a esta faceta de su creación. Su importancia es, sin embargo, mayor de lo que parecería; en primer lugar, porque anticipa algunas de las constantes temáticas formales de su literatura; en segunda instancia, por sus vínculos con la vanguardia teatral de posguerra (especialmente con el Teatro del Absurdo); y, por último, por su calidad propiamente teatral, constatable en la favorable acogida dispensada a los montajes, españoles e internacionales, de varias de estas obras. Se ofrece en estas páginas el primer estudio de conjunto de este corpus desatendido por la crítica. Tras la detallada presentación de las piezas -que, aparte de consignar las vicisitudes editoriales y escénicas de cada una, establece nexos tanto con la producción benetiana como con otros referentes-, se acomete un minucioso análisis de los aspectos relacionados con el modo de representación. Basado en el modelo teórico conocido como dramatología, el fin último de dicho examen es determinar el grado de teatralidad de la dramaturgia benetiana. El enigma sobre las tablas se define, así, como complemento académico a la edición del Teatro completo de Juan Benet, publicada en 2010 por el autor del presente trabajo.