El autor realiza en este libro un análisis brillante y documentado de los principales argumentos biológicos que se emplearon: la irrelevancia de la fecundación, la inexistencia de embrión en las primeras fases del desarrollo, la gemelación monozigótica, la formación de quimeras tetragaméticas, la totipotencialidad de los blastómeros, la masiva pérdida de embriones muy jóvenes. Y concluye que tales argumentos no solo son endebles y no prueban lo que afirman, sino que constituyen en su conjunto un ejemplo paradigmático de cómo una biología débil lleva necesariamente a una bioética engañosa.
Gonzalo Herranz, Catedrático de Histología, Embriología general y Anatomía patológica, ha sido Profesor de Ética Médica en la Universidad de Navarra y es uno de los principales representantes de la ética profesional de la medicina en España y Europa.