El documental contemporáneo despliega la pantalla bidimensional de la televisión o del cine en nuevos formatos en los que el recorrido espacial del espectador por la sala de exposición así como la multiplicidad narrativa o el acceso aleatorio a la información tienen especial incidencia a la hora de concebir y desarrollar nuevos procesos de representación documental. El Documental expandido sugiere, así, nuevas fórmulas y maneras de representación que podemos englobar en un ámbito post-media, es decir, que trasciende las características propias de una única tradición visual para generar un modelo en el que se aúnan el cine, el vídeo, la fotografía, el texto, el sonido, la informática y la instalación. Esta singular estrategia expositiva del documental contemporáneo es consecuencia de un proceso de hibridación motivado por las nuevas tecnologías de la imagen, la búsqueda de nuevos canales de difusión y el desarrollo de lenguajes expresivos ligados a la necesidad de pensar un presente complejo.