Argumento de El Dios Ausente
En 1921, Walter Benjamin escribía: «Hay que ver en el capitalismo una religión. Es decir, el capitalismo sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, penas e inquietudes a las que daban antiguamente respuesta las denominadas religiones». En el presente ensayo Germán Huici recoge la premisa de Benjamin para realizar un análisis de la cultura contemporánea, con especial atención a los signos de su dimensión religiosa. Se traza así un recorrido que aborda todo un crisol de referencias: desde usos de la vida cotidiana o manifestaciones de la cultura de masas hasta las bases económicas, ideológicas y metafísicas del mundo occidental. Este retrato poliédrico parte de una motivación de orden ético: la voluntad de entender nuestra ideología con el fi n de encontrar vías para modifi carla y generar un conocimiento que despierte en nosotros, al menos, la sombra de una insatisfacción.1