Los lugares, los momentos y el monologo interior. Los personajes definidos y la linealidad. Tosolini es así y nos abre una ranura que permite ver, no sólo sospechar, porque cuando en primera persona habla de él, en realidad está hablando de todos.
Adentrarse en su fauna nos refleja su manera de ser, estar y concebir.
Desde ese cosmos de pago chico, y de interior a capital, Federico intenta pintar con brocha gorda a veces, y con crayones casi siempre, la generalidad de la especie.
Ber Stinco