Después de años de exilio, Serafina, duquesa de Haven, regresa a Londres con un único objetivo: recuperar la vida a la que ha renunciado y encontrar la felicidad, libre ya del hombre que le rompió el corazón.
Haven, acorralado, le ofrece un trato: ella obtendrá su libertad en cuanto elija para él a la mujer que pueda sustituirla como duquesa.
El duque solo dispone de unas semanas para recuperar a su esposa, para convencerla de que, a pesar del horrible pasado que comparten, se pertenecen el uno al otro, porque, para él, todos los días son El día de la duquesa.