«Cinco son los episodios de esta narración que vamos a recorrer, a vivir -nos propone el autor-. Primero, el de la noche y las dudas de la fe. Después, el enfrentamiento, en un cara a cara con la existencia más real: Dios. En la claridad del día, buscaremos la presencia humana de lo divino. En la tarde, una reposada conversación con la Iglesia. Y otra vez la noche. Pero distinta de aquella del comienzo. Porque está llena de esperanzas. Y si, durante todo el recorrido, se acepta que Dios vaya delante, tanto mejor.»