Ella jamás podría ser la esposa de un hombre de su riqueza y su clase social... Maddie Conway llevaba mucho tiempo enamorada del magnate griego Giannis Petrakos. Además de dedicar mucho tiempo y dinero a la organización benéfica de ayuda a niños enfermos terminales donde tan bien habían cuidado de la hermana gemela de Maddie, Giannis era increíblemente guapo. Por eso decidió que era la fuerza del destino la que la había llevado a trabajar a las industrias Petrakos y le había regalado otro encuentro con él. Giannis no pudo evitar acostarse con Maddie a pesar de que le parecía algo ingenua. Después le propuso que continuara siendo su amante... hasta que él dejara de desearla. Fue entonces cuando Maddie descubrió que Giannis reservaba el papel de esposa para una mujer que encajara mejor con su posición social...