¿Era seducción sincera? Rashid Aal Munsoori había encontrado su destino. Pero para reclamar el trono de Azmahar necesitaba a Laylah Aal Shalaan. Seduciéndola derrotaría a sus rivales y, si conseguía que le diera un heredero, tendría el control absoluto sobre su tierra natal. Laylah, por su parte, siempre había amado a Rashid en secreto. El jeque tenía cicatrices por dentro y por fuera, pero eso hacía que lo quisiera aún más? hasta que descubrió sus intereses ocultos. A lo mejor nunca volvería a confiar en su amante, ¿pero cómo iba a abandonar al padre de su futuro hijo, un bebé destinado a unir para siempre dos reinos del desierto?