Un pasado revolucionario, múltiple denuncias de violencia y opresión, un constante velo de misterio, casi una mística de lo desconocido. En el centro de todo ello, las imágenes y su relación con el arte, con el pensamiento, con la técnica y la política. Transitando con maestría esos caminos, el filósofo Jacques Rancière formula, vez tras vez, las preguntas esenciales: ¿Qué es ante todo la imagen? ¿Qué hace de las imágenes arte? ¿De donde viene y a donde va la historia de sus sentidos? ¿Y que tipo de pensamiento puede proponerse explicarlos? Desde el cine a la pintura, de la fotografía al poema, de la filosofía al diseño grafico. El destino de las imágenes abre un lugar desde el que pensar sobre los trabajos del arte, y constantemente nos demuestra que todos sus sentidos no son en origen otra cosa que una singularidad, un paisaje en movimiento en el que las palabras y las formas, las ideas y las cosas se entrelazan cerca ce nosotros (en el horizonte poético y político que las vio nacer).