La obra del autor, uno de los grandes humanistas del siglo XX, posee varias y muy sustanciosas posibilidades de definición general, como por ejemplo la de constituir uno de los clásicos mayores de la lengua, pero en lo que aquí más nos concierne, es el autor de trabajos muy importantes de materia teórica, rigurosos y a veces incluso de pletórica belleza intelectual, y entre ellos uno originalísimo y capital del pensamiento literario del siglo XX que corresponde al título de esta obra, cuyo empeño no está dedicado a la reconstrucción histórica (como sí lo estuvieron La crítica en la Edad Ateniense, La antigua Retórica, La filosofía helenística o Junta de sombras), ni a la interpretación reflexiva (así La experiencia literaria o Al yunque, ciertamente cumbres del ensayo hispánico) sino a una singular ideación en la forma más propia del Tratado teorético.