El desastre de Uclés, nunca una expresión reflejó de modo más fiel lo que fue aquella batalla. Un ejército español carente de todo, equipo, instrucción, disciplina y, especialmente, moral, frente a un ejército francés que representaba el polo opuesto: soldados veteranos, disciplinados, con mandos competentes y decididos. Aquel día 13 de enero de 1809 sólo se salvaron aquellos que montaba un buen caballo, y de éstos no todos. Más de 8.000 infantes muertos o presos.
Esta batalla cierra el fatídico círculo que se comenzó a dibujar en Bailén un esperanzador 19 de julio de 1808, que un 23 de noviembre empezó a torcerse en Tudela y que acabó por romperse en Uclés. De aquí en adelante, y durante al menos seis meses, el Ejército del Centro deambuló como alma en pena hasta volver a reorganizarse al amparo de Sierra Morena y la despensa de Andalucía. Se avecinaban nuevas campañas en las que se haría patente ese espíritu de superación del soldado español y que sólo mandos incompetentes se encargaron de truncar. Estaban por venir Almonacid y Ocaña.Todo esto, y más, se puede encontrar en las páginas de esta nueva entrega de Guerreros y Batallas de la mano de Francisco Vela, un referente para los interesados en la Guerra de Independencia, que además es el autor del magnífico apartado gráfico que acompaña este apasionante texto.