Joe vive en Nebraska; siempre ha querido ser agricultor. Sin embargo, su padre debe vender las tierras para pagar las deudas. Entonces decide ser profesor. Poco a poco, se siente más y más perdido: su vida carece de rumbo. Se casa, pero al poco tiempo se separa. Sin ningún horizonte, decide irse de vacaciones a la República Dominicana. Allí tomará un café que cambiará su vida: la propietaria le lee el poso y le vaticina una vida nueva, cerca de montañas y de aves. Poco a poco empieza a entender la tragedia de los campesinos: acostumbrados a cultivar el café al modo antiguo, ahora se ven obligados a vender sus tierras porque no pueden competir con los grandes propietarios, quienes consiguen mejores precios, "industrializando" el cultivo del café.
Joe ha entendido que su vida está aquí: decide comprar una parcela y establece un pacto con los campesinos: él les enseñará a leer y a escribir y ellos, a cambio, le enseñarán a cultivar el café según el método tradicional; juntos crean una cooperativa y conseguirán así competir con los grandes terratenientes.
Joe vuelve a Nebraska, entra en un bar, pide un café y comprueba que no es como "su" café. La mujer que le atiende será finalmente su esposa y la persona que redactará el libro.