El cuento de un hombre ciego (1931) es un relato situado en el siglo XVII, después de la caída del castillo de Osaka (1615), cuando Tokugawa Ieyasu aplastó a los que se oponían a su nueva dinastía
de shogunes. La narración se pone en boca de un anciano masajista ciego, una especie de trovador
en la tradición medieval japonesa, al servicio de una noble dama, que rememora tiempos pasados ante un benévolo bebedor de sake, cliente de una de las posadas en las que los viajeros descansaban en el camino entre Edo y Kioto.
Todos los acontecimientos que se relatan son hechos históricos protagonizados, entre otros,
por Oda Nobunaga y su sucesor, Hideyoshi, los dos ambiciosos generales que consiguieron dominar a sus rivales en las anárquicas guerras civiles del siglo XVI en Japón. Este libro, que trata el tema de la devoción ciega, como Retrato de Shunkin, es uno de los mejor logrados estilísticamente de Tanizaki.
Junichirô Tanizaki, (Tokio, 1886-Yugawara, 1965), uno de los principales exponentes de la literatura japonesa del siglo XX, se licenció en la universidad de Tokio y pronto se sintió atraído por la literatura occidental. En 1949 fue galardonado con el Premio Imperial de Literatura por su obra La madre del capitán Shigemoto. En 1956, suscitó una gran polémica con su obra La llave por su audacia.