Giambattista Basile (Nápoles, 1575-1632), cortesano en distintas cortes, versificador por encargo, cumplió con su oficio de poeta componiendo odas y elegías para los linajudos y potentados a los que le tocó servir.Será más tarde cuando tome la decisión de «recoger todas las formas del habla napolitana» en una obra que fuese «compendio de lo fabuloso y lo grotesco» debido a su costumbre de observar y reflexionar sobre los hechos que contemplaba y que le llevaron a recopilar, en una especie de decamerón, el tesoro de las fábulas populares que se contaban en Nápoles, un «pentamerón» al que dio por título Lo cunto de li cunti.