«La adaptación al medio lo es todo» es el lema que ha regido la carrera de más de treinta años de Inge Lohnmark, profesora de biología. El hecho de que su colegio vaya a cerrar en cuatro años no se puede remediar: en la ciudad del interior de Pomerania occidental no hay niños. El marido de Lohmark, que en tiempos de la RDA inseminaba vacas, ahora cría avestruces; su hija Claudia hace años que se fue a los EE.UU. y no tiene la más mínima intención de traer hijos al mundo. Todos se niegan a reconocer el curso natural de la vida que Inge invoca en cada clase. Cuando Inge comienza a desarrollar una intensa atracción por una estudiante de quince años distinta a la típica relación amor-odio que suele sentir por sus estudiantes, su visión biológica del mundo se tambalea. Con unas acciones cada vez más desesperadas, intenta salvar lo que ya no es posible salvar.