WikiLeaks propuso usar Internet para denunciar la mentira oficial. Colaboró con los medios que la sostenían. Cuestionó su modelo de trabajo y negocio. Y Snowden advirtió que la red corporativa nos controla. No son terroristas, ladrones ni espías. Denuncian la ciberguerra que, fundida con la guerra económica, desnuda a los gobernados y arropa a los poderosos. Los nativos digitales protagonizan una revolución, que se nos oculta. Hackean el periodismo para convertirlo en un flujo de contrapoder mancomunado. Libre de ser reutilizado, modificado y difundido, abierto a ser contrastado y contestado, fruto de la colaboración entre los periodistas y las comunidades a las que sirven. Es la información como bien común: autogestionado por la sociedad civil que, como en todo momento de cambio histórico, busca periodistas con coraje, crea nuevos medios... y actualiza el código de la democracia.
El autor es catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política. Hace dos décadas que investiga y publica sobre estos temas, la democracia, los movimientos sociales y la tecnología digital. Dirige el Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales de la URJC. Impartido en el MediaLab Prado, es un posgrado oficial pionero que se inspira en el código libre. Este libro continúa escribiéndose en el blog de ese máster: http://blogs.publico.es/el-cuarto-poder-en-red/. Con estos placenteros afanes y buenas compañías, el autor resiste como funcionario público. Un trabajo cada vez más estrafalario. Y pasmoso, si se liga a la cooperación, la experimentación y la intervención social. /