El Crashball es un deporte adaptado para las instituciones educativas. Su base proviene del Rugby y tiene como objetivo fomentar el trabajo en equipo en los educandos, particularmente entre los 12 y 19 años de edad. La idea del Crashball surgió como proyecto educativo complementario en una institución que presentaba algunos índices de violencia, a lo cual se pretendió minimizarlos a través del deporte.