Con gran destreza en el uso de la pluma y demostrando a cada paso la profundidad de su investigación, el Prof. García Novoa ensaya un trabajo de teoría general en el que analiza la realidad del tributo en nuestros días, al tiempo que visita los principios básicos de la disciplina. La renovación de esta obra se ha hecho partiendo de las tres concepciones históricas del tributo que podemos localizar al día de hoy.
El primer lugar, una concepción clásica, que bebe en las fuentes de un orden social basado en la protección de la libertad y la propiedad, donde el Derecho tributario tiene un estigma de instituto odioso: en este marco histórico, se acuñarán los principios de capacidad económica como un atributo del hecho imponible y de legalidad como autoimposición, basada en la protección de la propiedad.
En segundo lugar, una concepción que es consecuencia de la constitucionalización del tributo en las normas fundamentales, donde el tributo pierde parte de su origen odioso al asentarse en un constitucional 'deber fundamental de contribuir' y donde la capacidad económica pasa a ser la medida de la desigualdad en el ejercicio de ese deber fundamental. En esta etapa histórica, el tributo se fundamentará en la solidaridad, pasando a entenderse como un instrumento de política distributiva, en la que los viejos tics que conciben al tributo como un ataque a la propiedad sobreviven a través de la incorporación del principio de no confiscatoriedad a los textos constitucionales.
Por último, durante el desarrollo de este paradigma conceptual del tributo, el mismo empieza a ser calificado como un instrumento de política en general y de política económica en particular. No se trata sólo del fenómeno de la utilización extrafiscal del tributo. La creciente globalización e internacionalización de la economía y, sobre todo, la aparición de espacios de integración económica con un Derecho supranacional que prevalece frente al Derecho interno y que consagra la preeminencia de las libertades económicas, cambia la visión del tributo. No se trata de hablar exclusivamente del tributo en clave de justicia. El impuesto pasa a ser un obstáculo a ciertas libertades económicas, recuperándose y consagrándose principios como la neutralidad fiscal.