«Nos proponemos comentar esta epístola para confirmar nuestras conciencias contra las herejías que vendrán. Pues si descuidamos el artículo de la justificación, lo perderemos todo».
«El artículo de la justificación, nuestra única defensa, es este: Que por la fe sola, en Cristo, sin obra alguna, somos declarados justos y salvos».
«Este es el conocimiento principal y la verdadera sabiduría de los cristianos: Que Cristo fue entregado a muerte no por nuestra justicia ni santidad, sino por nuestros pecados».
«Los falsos apóstoles a los gálatas creían que además de la fe en Cristo, las obras de la ley de Dios también eran necesarias para la salvación».
«Debemos ser justificados por la fe, y perder la justicia de la ley; o ser justificados por la ley, y perder la justicia de la fe».
«Definimos al cristiano de la siguiente manera. Un cristiano no es aquel que no tiene pecado, sino aquel a quien Dios no le imputa su pecado, mediante la fe en Cristo».
«Suponiendo que de veras pudieras cumplir el mandamiento: Amarás a tu Dios con todo tu corazón; no serías justificado, pues nadie puede ser justificado por las obras de la ley».
«La fe no dice, ¿Qué es lo que ya cumplí? Sino que la fe dice, ¿Qué es lo que Cristo hizo? La fe confiesa que solo en Jesucristo tiene perdón de pecados y vida eterna».
«El Evangelio no me enseña lo que debo hacer (eso lo enseña la ley), sino lo que Jesucristo el Hijo de Dios ya hizo por mí: Él sufrió y murió para librarme del pecado y de la muerte. El Evangelio mueve mi voluntad a recibir esto, y a creerlo».
«Hay algunos que predican el Evangelio, pero en la práctica, establecen la ley. Pero establecer la ley es abolir el Evangelio».
«No hay remedio contra las sectas, ni medio de resistirlas, a menos que no sea con este artículo de la justicia cristiana. Si perdemos este artículo, nos será imposible resistir cualquier error o secta».
«Todo el que pueda juzgar debidamente entre la ley y el Evangelio, puede dar gracias a Dios, y saber que es un verdadero teólogo».