Argumento de El Castigo
Encuadernación: Rústica
Lo que se aprende de niño se hace de viejo. Es un dicho principalmente válido en el campo de la moral. Cuando un mocito impulsivo y glotón se ha de sentar a la mesa, hay que velar con cuidado y perseverancia que antes se lave bien las manos, a que mastique lentamente y coma con pulcritud, sin ensuciar el mantel. Estos gestos repetidos crean los buenos hábitos. Habrá que vigilar estrictamente que el muchachito dé las gracias siempre que recibe algo y que comparta con tros lo suyo, lo que nunca hará de buena gana al principio. Nada de todo esto se puede obtener con órdenes o consejos, sino con el ejemplo constante. Podemos decirle, a veces: ¡Mira como lo hace mamá!. No cabe duda que esos hábitos crearán en el niño una fuerza que influirá en toda su vida, capacitándolo para transformar su inestabilidad en firme energía y sus impulsos egoístas en amabilidad y amor al prójimo. 1