\"Desgraciado\" significa no sólo \"sin suerte\" o \"cargado de calamidades\", sino también \"sin gracia\", sin unión con Dios. Una vez que se aprenda a agradecer, se es agradecido con todos y para siempre. Comenzar con el agradecimiento debido a Dios es ir al verdadero principio de las cosas. Sólo la gratitud nos va a permitir poner una sonrisa en lugar de un rictus de amargura. Sólo ella nos hará capaces de enjugar nuestras lágrimas y de hacer lo mismo con el que llora a nuestro lado. El agradecimiento es la salud del alma, la fuente de la paz y, también, el fundamento de la justicia.
El sacerdote y autor Santiago Martín se sirve del ejemplo de diez personalidades de diferentes épocas para analizar con detenimiento el agradecimiento cristiano desde muy diferentes vertientes, lo que convierte este libro en una obra de gran utilidad que nos ayuda a ampliar conocimientos dentro de un área que tiende a dejarse de lado en la enseñanza de la religión.