En estas historias de retaguardia, tan divertidas como cargadas de nostalgia por un país casi olvidado, aparecen los problemas que ya entonces se gestaban en medio de la guerra: la aparición de las actitudes dictatoriales, la pérdida de la magia y las tradiciones entre un desarraigo creciente, la colonización cultural, el abandono del campo y el crecimiento abusivo de la ciudad y sus miserias. Los occidentales aparecen en ellas unas veces como portadores de baratijas: los soldados americanos se burlan de los niños y les lanzan chucherías desde los camiones en marcha, o como personajes remotos y absurdos: el bruto del pueblo prepara las arengas (que los niños confunden con arenques) que se envían como obsequio a Eisenhower.
Yoon Heung-gil (1942), novelista de Corea del Sur, se licenció en literatura coreana en la universidad de Wongwang en 1973. En 1977 ganó el Premio de Literatura Coreana de Escritores. Su carrera literaria se puede dividir en tres etapas. En la primera, con obras parcialmente autobiográficas escritas durante la década de 1970, Yoon utiliza a un narrador joven para representar una existencia gris en la que la vida familiar se ve amenazada. En una segunda fase de transición, cambió el enfoque de sus novelas para representar la vida bajo un régimen autoritario. En ellas la tensión principal se produce entre la conciencia personal y el bienestar material. A partir de 1977, con la publicación de El hombre que se fue con nueve pares de zapatos, los personajes de Yoon se resisten activamente a las fuerzas opresoras. La obra narrativa de Yoon Heung-gil ha sido traducida al inglés, francés, alemán y castellano, y su famosa novela Días de lluviafue adaptada para el cine por Yu Hyun-mok.