Si bien en el folclore europeo se documentan tradiciones y leyendas en torno al convidado de ultratumba y el culto a los muertos, y tampoco faltan precedentes literarios del burlador de mujeres, es innegable que Tirso de Molina logró transformar todos esos elementos en uno de los mitos más fascinantes, perennes y universales de la humanidad: el de don Juan.
Lo que hasta entonces había sido simple leyenda, se convierte en la pluma del genial fraile en pura indignación sobre el sexo y el espíritu de rebeldía. Así, en EL BURLADOR DE SEVILLA Tirso condensa ya todos los sentidos que irá adquiriendo con el tiempo el mito donjuanesco: el rebelde social, el seductor, la mujer enamorada, el hombre enfrentado a Dios y su esencial e inevitable encuentro con lo sobrenatural y con la muerte. Una obra que aún hoy hace llorar, reír y temblar a cualquier lector, a cualquier espectador.